Los procesos de autorregulación responden a la autodeterminación de los pueblos, quienes, a partir de sus saberes y buenas prácticas, tienen la experticia para definir colectivamente las características de sus oficios ancestrales. Los procesos de definición colectiva sobre prácticas y saberes tradicionales contribuyen a consolidar la legitimización comunitaria, a transmitir principios y estándares tradicionales y a mantener la cultura y la cosmovisión de los pueblos viva sin imposiciones externas. 

El presente Código de ética sobre saberes, prácticas y actitudes de recolectoras de plantas medicinales, es el resultado de un proceso participativo para establecer parámetros propios y rescatar los valores de este oficio milenario que contribuye a la salud, la cultura y ecosistemas. Para este objetivo, el Laboratorio de Aceleración del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de Ecuador, aplicando el enfoque de pensamiento de “abajo hacia arriba” facilitó y sistematizó el diálogo, a partir de la autodefinición de recolectoras y recolectores, así como los lineamientos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su documento, Directrices sobre buenas prácticas agrícolas y de recolección (BPAR) de plantas medicinales (2003).

Fecha de publicación: 2024